| Tres amigas solían divertiste haciendo espiritismo con las tijeras y el libro, pero un día decidieron hacerlo con un vaso y un abecedario. Contactaron con un espíritu excesivamente parco en palabras. Constantemente se movía adelante y atrás, adelante y atrás, adelante y atrás, con movimientos rápidos de una chica a la que estaba enfrente. Le preguntaron quién era y el vaso, con rapidez, se dirigió a las letras y deletreó d-e-m-o-n-i-o, y acto seguido continuó con sus movimientos rápidos, adelante y atrás, adelante y atrás, sin un leve descanso, rápido, insistente, adelante y atrás, adelante y atrás.... Al rato, más alucinadas que otra cosa y con la idea de que aquel espíritu fuese realmente del demonio, alguien se atrevió a preguntar: - ¿Qué estás haciendo?. A lo que el vaso, deletreando, respondió: m-e-l-a-e-s-t-o-y-f-o-l-l-a-n-d-o. Salieron corriendo de la casa y se quedaron con dos dudas: ¿era realmente el demonio? ¿estaba haciéndole el amor al alguna de las dos chicas a las que se les acercaba el vaso?. | |
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